EFE / México / 18 ago. 2018
Milenios antes de que los mayas erigieran sus imponentes pirámides, una pequeña mujer encontró su fin en el fondo de una oscura caverna. Gracias a técnicas avanzadas de reconstrucción forense, hoy la luz vuelve a bañar su rostro en un mundo nuevo, al que brinda un atisbo del México antiguo.
Se trata de la Mujer de Naharon, cuyo hallazgo fue reportado al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en 2001 por el espeleólogo e investigador subacuático Octavio Del Río como parte de un proyecto de investigación arqueológica en cenotes y cuevas del estado de Quintana Roo.
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