Movimiento se da tras la agresión sexual colectiva contra joven en Río de Janeiro
Brasileñas toman calles para protestar contra el machismo y la 'cultura de violación'
Actualizado el 01 de junio de 2016
Sao Paulo
Miles de mujeres protestaron este miércoles contra el
machismo y la "cultura de la violación" en Brasil, indignadas por la
reciente agresión sexual colectiva a una adolescente en Río de Janeiro,
hecho que conmocionó al país.
Más de 5.000 mujeres se
manifestaron en el centro de Sao Paulo y varios centenares más en
ciudades como Porto Alegre o Río de Janeiro, que acogerá los Juegos
Olímpicos en dos meses.
"Estamos todas sangrando", "La
culpa no es de la víctima" o "Luchar sin Temer", se leía en algunos de
los carteles de las manifestantes.
"Estoy aquí porque
esta es una lucha colectiva de las mujeres contra la violencia machista.
Existe indignación por lo que ocurrió en Rio, es necesario que ese
crimen sea denunciado y condenado", declaró Patricia Dos Santos Suesa,
una publicista de 31 años que marchaba junto a una amiga.
Tras
la conmoción causada por este caso el Senado brasileño aprobó por
unanimidad en la noche del martes un proyecto de ley que agrava las
penas por violación colectiva.
El texto, que aún debe ser aprobado por la Cámara de
Diputados, también tipifica como delito la publicación de escenas de una
violación, inclusive en Internet, y prevé para ello penas de dos a
cinco años de cárcel.
Actualmente, la violación es
castigada en Brasil con penas de seis a 10 años si las víctimas son
mayores de 18 años. En caso de violación colectiva, se aumenta la pena
en un cuarto, con un máximo de 12,5 años de cárcel.
El
nuevo texto incrementa a dos tercios las penas por violación colectiva,
con un máximo 16,6 años de cárcel para las violaciones de mayores de 18
años y de hasta 25 años de cárcel en caso de violaciones de menores de
14 años (contra 15 años de prisión como máximo).
En caso de muerte de la víctima, la pena prevista es de 30 años, el máximo aplicado por la ley brasileña.
El caso. El
21 de mayo pasado una joven de 16 años fue agredida sexualmente en una
favela de la zona oeste de Rio. Además, fue filmada y el video, en el
que varios hombres la manosean y se burlan de ella, fue colgado en
Internet.
La grabación muestra a la adolescente tirada sobre una
cama, al parecer inconsciente. Un hombre expone sus partes íntimas
ensangrentadas mientras otros afirman que "más de 30" de ellos la han
violado.
El caso conmocionó a Brasil y al mundo aunque también
reveló las contradicciones de este gigante sudamericano que registra
altísimas tasas de violencia contra las mujeres. Según expertos y
movimientos feministas, en Brasil impera una "cultura de la violación"
que fomenta estos crímenes.
Tres de los sospechosos de
la agresión han sido arrestados hasta ahora –el último este miércoles–
mientras otros tres están prófugos.
La joven abusada
aceptó este martes ser incluida en el programa de protección a los niños
y adolescentes amenazados de muerte y abandonó la ciudad de Río de
Janeiro, dijo el secretario de Derechos Humanos de ese estado, Paulo
Melo.
"La familia tenía miedo de una venganza de parte
de los traficantes de droga (de la favela). El programa no es una
obligación, sino una opción. Ella tiene todo para recomenzar su vida y
eso es lo que ella quiere", afirmó Melo.
Números alarmantes. Las
estadísticas del 2015 muestran que la zona oeste de Río de Janeiro
concentró cerca de la mitad de las denuncias por violaciones: 705 de un
total de 1.610.
Según datos recopilados por la ONG
Foro de Seguridad Pública, en el 2014 la Policía brasileña registró una
agresión sexual cada 11 minutos.
La nueva secretaria
de Estado para las Políticas de la Mujer del gobierno interino de Michel
Temer, Fátima Pelaes, es una evangélica que en el 2010 se pronunció
contra el aborto en caso de violación.
Pelaes, una exdiputada, reveló en el pasado a la Cámara
de Diputados ser "el fruto de una violación": su madre, que estaba en
prisión por haber cometido un crimen pasional, fue violada en la cárcel.
La
secretaria de Estado contó que tras convertirse a la religión
evangélica, decidió oponerse al aborto; sin embargo, el miércoles
difundió un comunicado en el que afirma que su posición sobre el aborto
"no afectará el debate" sobre el tema.
Una víctima violada, si está embarazada, debe tener
"total apoyo del Estado en caso de que quiera abortar, como lo prevé la
ley", aseguró.
En Brasil, el país con más católicos
del mundo, el aborto es posible únicamente en caso de violación, cuando
la vida de la madre está en peligro o en caso de fetos anencéfalos (con
ausencia parcial o total de cerebro).
Fuente: periódico La nación, de Costa Rica. Usted puede ver la publicación original aquí.
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